Elogio de lo diminuto
Existe un principio o ley social creado por Pareto que afirma que un 20% de una población o un grupo ostenta un 80% de algo, y que al 80% le correspondería sólo el 20% de ese algo. Este principio, que puede entenderse como justificación de la desigualdad mundial, y que funciona como base en muchos campos (desde el análisis de ventas a las relaciones sociales), plantea, sin embargo, otro tipo de reflexión.
Una de las felices paradojas de nuestro complejo mundo es que por cada fenómeno que observamos que tiende a hacerse dominante, existe una tendencia natural a subvertir ese orden o a contrarrestar su peligro. Así, la historia del ser humano contemporáneo puede explicarse por la cesión definitiva de áreas que el ser humano consideraba como propias de su saber (la alimentación, la salud, o el arte), y que, con la especialización industrial, ha ido delegando. Esta degradación del saber tradicional o deshumanización nos ha conducido, entre otras cosas, a la industria de alimentos transgénicos, o a una lucrativa industria farmacéutica que antepone sus intereres financieros a nuestra salud. Si embargo, esto ha llevado también, en pequeña escala, a cuestionarnos cómo nos alimentamos (resurgiendo la agricultura tradicional), cómo podemos vivir de forma saludable sin ignorar los remedios que la propia naturaleza nos provee, o cómo podemos tener un papel más activo en la historia y en nuestra vida, ahora que se quiebra gran parte de las bases que sustentaban nuestra lucha social. Así, descubrimos que, frente a las previsiones agoreras y apocalípticas de un mundo dominado por las multinacionales y el pensamiento único, existe una auténtica necesidad de abrir otras vías.
Vuelvo al principio de Pareto (y en lo que, en otro ámbito, Chris Anderson denomina "la teoría de la larga cola") para ilustrar aquello que ocurre en el campo del consumo cultural. Valiéndonos del ejemplo de la música, el cine o de los libros, podríamos decir que existe una minoría (20%) que consume el 80% de la riqueza variada que se cultiva. Por otra parte, existe una mayoría que sólo consume el 20% de la riqueza cultural que existe: son los lectores que leen 2 o tres libros al año, que compran 2 o tres discos -ya sea en el centro comercial o en el top manta-, y que van al cine 2 o tres veces al año-. Eso sí, sus intereses se mueven en los libros de Dan Brown, Larsson o los Premios Planeta, los discos de Alejandro Sanz o el cine en 3D-.
Frente a ese gran mercado (grandes supermercados, cadenas de televisión, multicines, grandes librerías...), existe otro, subterráneo o secreto, cada vez más deslocalizado en Internet, sobre el que gravitan, como animales huidizos, seres que frecuentan las tiendas con los dedos llenos de polvo de los discos de vinilo, el moho de los viejos libros, visitan las butacas casi vacías de muchos cines en versión original, o frecuentan las subastas de eBay, atentando contra la leyes que guían a los grandes medios de comunicación de masas.
De este modo, frente a la poderosa maquinaria de una cultura mercantilizada cada día más, y que mueve sus tentáculos como una hidra ya sea fabricando misiles, supermercados, cadenas de televisión o libros (como el caso de emporio Planeta en España, o de Lagardere en Francia, o el de Bertelsmann, en una versión hiperdegradada del matrimonio entre el arte y el dinero o las finanzas, de la que ya se hacía eco Flaubert en La educación sentimental), asistimos a un pequeño auge de la pequeña industria, casi artesanal y por amor al oficio. Ahora que se habla tanto del canto del cisne del editor tradicional, reemplazado en muchas grandes editoriales por mercanchifles y jóvenes tiburones del mundo empresarial y de los negocios, y donde las ventas de los libros se anteponen a la calidad de éstos, asombra ver cómo estos últimos años están saliendo muchas pequeñas editoriales que subsisten a base de satisfacer esa pequeña demanda. Hablamos de editoriales como Nórdica, Libros del Asteroide, Minúscula, Impedimenta, Periférica, Sexto Piso, Traficantes de Sueños, Lengua de Trapo, Barataria y otras que mantienen su guerra de guerrillas en este mundo de homogeneidad cultural.
Aprovechando esto, quiero recomendar que busquen estos libros entre las librerías, exploren en sus pequeños catálogos, luzcan sus librerías personales con sus preciosas colecciones (el tono mostaza de la biblioteca portátil de Periférica, o los paisajes narrados de color azul y en octavo de la editorial Minúscula). Personajes de otras latitudes, clásicos perdidos y heterodoxos deambulan por esta pequeña familia de editoriales descastadas. Aquí tenéis mi pequeña selección personal:
De la editorial Nórdica recomiendo toda la obra del escritor irlandés Flann O'Brien., especialmente la recién editada En Nadar dos Pájaros (At swim two birds). El archivo Dalkey, El tercer policía o La boca pobre son otros títulos de este autor, que se movía entre el absurdo y el humor. Otras lecturas recomendada son las pasiones y celos amorosos en la corte de Enrique II de La Princesa de Clèves de Mme La Fayette.
Sexto Piso es otra editorial de tintes escatológicos que tiene el extraño gusto de publicar obras literarias y ensayos filosóficos algo mortuorios y que se ha dado el placer de recuperar un "outsider" como Donald Barthelme, capaz de ingeniar un monstruo de difícil explicación como "El padre muerto".
Por último, la bizarra y bien cuidada editorial (cubierta en cartoné y maravillosamente ilustrada) Blackie Books me tiene embelesado con los títulos que publica. Cosas que los nietos deberían saber es la primera novela del cantante de Eels Mark Oliver Everett donde narra con sentido del humor y ternura su catastrófica vida. La pesca de la trucha en América fue el segundo libro que escribió el escritor más extravagante salido de Estados Unidos, y que hace ya muchos años publicó varios títulos Anagrama en su colección Contraseñas. Conquista de lo inútil es el diario de viajes del curioso cineasta Werner Herzog escrito cuando se embarcó, nunca mejor dicho, en el tormentoso rodaje de Fitzcarraldo. Peyton Place, Los Simpson y la filosofía son otros títulos curiosos lanzados por esta editorial.
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