Portrait de la jeune fille en feu (Retrato de una mujer en llamas), de Céline Sciamma
Céline Sciamma ha creado una película abiertamente feminista, a la vez que una historia de amor lésbico, de gran aceptación crítica. Eso, en una industria del cine donde la mujer tiene un papel marginal y que es en muchas ocasiones machista, es positivo. Retrato de una mujer en llamas es una película de mujeres, hecha y escrita para mujeres. Aquí podemos encontrar variados tipos y caracteres de la mujer (al menos de la mujer del siglo XVIII en la que se ambienta la película): la prometida (la novia protagonista, obligada o comprometida a casarse por su madre) la artista pintora (relegada en una academia dominada por hombres a ocultar su firma o a trabajos espurios), la criada deseosa de abortar (la escena del aborto es excelente, un retrato de la vida y la muerte preciosamente ilustrado), las milagreras o santeras, que eran expertas en hierbas y abortos, cuando no en drogas, y que históricamente ha sido representadas y condenadas como brujas (recomiendo leer Calibán